Estos meses me he dado cuenta de muchas cosas. A veces, uno debe dejar pasar las cosas porque si te clavas en algo al final resulta peor. Yo lo sé bien. Nunca he sido alguien de salud envidiable pero tampoco me enfermaba a cada rato, mis males no eran mi culpa, yo nací con ellos.
Hoy fui al médico, llevaba días sintiéndome mal pero desde el lunes las cosas empeoraron un poco. Un malestar en la garganta, extraño, desconocido, me tuvo un par de días incómoda. Hoy me han mandado a hacerme un estudio, una endoscopia. Mi doctor supone que es múscular y hasta nervioso, eso es grave. Tengo 24 años, cerca de los 25 y mi salud se ha visto afectada por muchos problemas, casi todos, sino es que todos, son broncas del trabajo. Estoy muy joven para andar tan mal... Lo peor no es que me metan un tubo por la garganta, es que me han limitado los alimentos y me siento anímicamente mal. Ya había trabajado yo, pero debo confesar que estoy cansada, harta y siempre me levanto sin ganas. Me urge cambir de ambiente, me urge un nuevo trabajo, que ya no tenga nada que ver con educación y niños. Hasta de mesera aceptaría, me cae.
El asunto es que uno debe empezar a valorar las cosas y a poner en balanza lo que importa y lo que no. Si así estoy ahora, no quiero imaginarme en unos cinco años. Las cosas deben cambiar, por mí, más que nada. Si no me he ido de donde estpy es porque necesito dinero, ya saben, no se vive de amor.
Tengo FE en que las cosas mejorarán. No quiero vivir ya en el pesimismo y en la incertidumbre, ahora me vale madres, espero terminar mi semana, espero sentirme mejor.
Estoy un poco decepcionada, pero sé que todo saldrá bien.
Ánimo, mi Gabs! Te entiendo perfectamente. Te envío desde mi cubil cochambroso y desordenado una vibra cósmica de alta frecuencia para que, de alguna manera, unas pocas de las células de tu cuerpo se acomoden y se sientan bien. Recíbelas, por favor, que van con mucho cariño y deseo sincero de que te mejores. Verás que todo sale bien. Te quiero, Sof.
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