lunes, 12 de diciembre de 2011

Día de los guadalupanos / lo cotidiano.


Este 12 de diciembre, volví a reafirmar que hay mucha gente naca, podrida y cochina que dice ser guadalupano. Basta con salir el día 11 0 12 de diciembre para darse cuenta. Se cruzan la calle cual viles vacas pendejas, arman su desmadre cerrando calles, dejan su mugrero en donde se detienen, patean carros, muchos asaltan gente, otros sólo van a ver qué les dan. No tengo nada en contra de la Virgen y más, pero me parece que la ciudad ya no está para esas chingaderas. Y lo peor, es que la gente que viene al asunto de la Virgen de Guadalupe no respeta, ni tiene la civilidad para hacer su peregrinación.
Además, llegan al grado de idolatría, que en la religión católica-cristiana es pecado. Se supone que adoramos a Dios, y los Santos y la Virgen sólo interceden por nosotros, o sea, no conceden los milagros nomás nos hacen el paro con el mero mero.
Es igual que los chacas adoradores de San Judas Tadeo, eso ya cae en la exageración. Uno los ve en el metro con sus monigotes de dos metros. Tan podridos están que creen que haciendo eso se salvarán, pero creo que Dios no es tan ingenuo como ellos creen.
Mucha gente es hipócrita, los 364 días del año son de lo más lacras, pero lo "bueno" les aflora, sgeún ellos, el 12 de diciembre. ¡Pura mierda! Sólo se acuerdan de la mentaa Virgen cuando hay desmadre. Y así uno puede ver a los "peregrinos" borrachos, echando a hueva, algunos robando o drogándose, los benditos asuntos de la "doble moral".

Debería existir coherencia y congruencia con lo que se dice, se hace y se piensa. El problema no es creer en la Virgen de Guadalupe, sino caer en la idolatría, en el fanatismo y en la hipocrecía.

viernes, 9 de diciembre de 2011

De amigos y ex amigos / Lo cotidiano

Una de las cosas de crecer es darse cuenta quién vale o no la pena. Al salir de la universidad fue cuando comencé a filtrar mis amistades. De un grupo numeroso de amigos me quedé con muy pocos pero son personas que valen la pena y que estarán ahí en los momentos más chingones y los peores.

A veces uno se separa de los amigos porque cada quién agarra su camino, lamentablemente, el camino que tomaron mis ex amigos me parece de una mediocridad total. La vida universitaria es chida pero ya terminó, a lo que sigue. Ellos creo no lo han entendido.

Mis papás ya no me mantienen, porque a mis 25 años sería el colmo, pero tener 27 años, no poder terminar la carrera, vivir con tus padres y que aún te den dinero, es de lo más patético, mediocre y pendejo. No sé qué tipo de orgullo sea el que tus papás te den dinero para tus pedas de cada viernes.

Qué "chido" que sus papás no les exijan nada, supongo les vivirán eternamente.

Lo bueno es que ahora sé bien en qué personas puedo confiar y esto va para mis dos amigos, que han estado conmigo todo el tiempo:

Mich y Vik (los quiero mojones)

Estos dos muchachones me han apoyado en lo más grueso y he tratado de estar para ellos cuando lo necesitan. De bueno poco, dicen.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Homejane a Bookie (1997-2011) / Lo muy Yo.


Para muchos son simples animales, para otros son mascotas y para los pocos amigos y compañeros. Mi perro Bookie se fue el día 24 de octubre, tras varios días de agonía. Tenía cáncer y decidimos dormirlo. Nadie y menos él se merecía sufrimiento y dolor. Tenía ya 14 años pero fue dos años atrás cuando su salud y ánimo bajaron. Hace dos años murió otro perro de la familia, Zack, como dice la canción "se quedó dormido y ya no despertó". A pesar de que Zack era un perro malo y gruñón, era el amigo de Bookie y su partida le afectó bastante.

Entre problemas con su piel, con los ojos, y su repentina sordera Bookie se volvió más tranquilo y poco activo. Un día le costó levantarse, sus patitas traseras se vencían.

Mis papás, mi carnal y yo nos cambiamos de casa y él se quedó con mis tías, eso igual también le afectó. El último día que estuvo con nosotros parecía preocupado (sí, yo lo conocía bien y sabía que algo lo tenía con el pendiente), yo tengo la idea de que no quería morir, a pesar ya de estar muy enfermo, para no dejar solas a mis tías. Ahora nos volvemos a mudar a la casa, para estar con ellas.

Bookie era muy tierno y juguetón, cuando llegábamos de la escuela se ponía brincón. Protector y cariñoso, ese era mi amor.

La casa ya no es igual sin él. Siempre lo extrañaré y ahora se´q eu ya está mejor, tranquilo y sin dolor ni sufrimiento.

TE AMO BOOKIE.