domingo, 25 de septiembre de 2011

Crónica de una tocada anunciada (Parte 1) / Lo cotidiano.


Después de ir al metro, transbordar, y tomar un micro, llegamos a la casa de Marco. Tendría que chutarme el ensayo y eran como las 8:30pm. Se suponía el turno de los Cigarros era a las 12am, habría que chutarnos algún par de bandas desconocidas. Y el tipo que organizó todo ni sus pinches luces. Ni modo.
Después de escuchar al guitarrista cagarla varias veces en una rola, ya era momento de subir los triques para irnos. Ya en el carro de Marco, Paco y yo nos trepamos en la parte de atrás, apretados porque el bajo de Paco viene en un estuche tipo "Caracortada" y ocupa medio carro. Luego se trepó un mono, Daniel, que no estaba invitado, ya que nomás se empeda y se pone heavy.
La neta el toquín a nadie le latía mucho, eso de que varias bandas toquen es mal augurio y peor si a tu banda la dejan al final, pues chance y todos ya s ehayan ido o estén todos pedos, no hay más.
Llegamos a una unidad habitacional, sigo sin entender cómo los vecinos permitieron tanta ruidera. En el parquecito central estaba ya una banda metalera tocando, y una chava con aires de perro rabioso cantaba guturalmente haciendo mover las cabezas de los dark-metaleros-rockers que estaban presentes. Esto iba para largo, con que no se les ocurriera tocar una de Cerati o del Mateos, no había pedo.

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