Para muchos son simples animales, para otros son mascotas y para los pocos amigos y compañeros. Mi perro Bookie se fue el día 24 de octubre, tras varios días de agonía. Tenía cáncer y decidimos dormirlo. Nadie y menos él se merecía sufrimiento y dolor. Tenía ya 14 años pero fue dos años atrás cuando su salud y ánimo bajaron. Hace dos años murió otro perro de la familia, Zack, como dice la canción "se quedó dormido y ya no despertó". A pesar de que Zack era un perro malo y gruñón, era el amigo de Bookie y su partida le afectó bastante.
Entre problemas con su piel, con los ojos, y su repentina sordera Bookie se volvió más tranquilo y poco activo. Un día le costó levantarse, sus patitas traseras se vencían.
Mis papás, mi carnal y yo nos cambiamos de casa y él se quedó con mis tías, eso igual también le afectó. El último día que estuvo con nosotros parecía preocupado (sí, yo lo conocía bien y sabía que algo lo tenía con el pendiente), yo tengo la idea de que no quería morir, a pesar ya de estar muy enfermo, para no dejar solas a mis tías. Ahora nos volvemos a mudar a la casa, para estar con ellas.
Bookie era muy tierno y juguetón, cuando llegábamos de la escuela se ponía brincón. Protector y cariñoso, ese era mi amor.
La casa ya no es igual sin él. Siempre lo extrañaré y ahora se´q eu ya está mejor, tranquilo y sin dolor ni sufrimiento.
TE AMO BOOKIE.
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